¿Cómo mantener la buena actitud y la energía con escenarios con los anteriores? ¿Es humanamente posible pensar todavía en positivo ante estos desafíos que la vida nos presenta?
En mi curso “Cómo aplicar el Secreto a tu liderazgo” establezco que entre más te desenvuelvas con comportamientos de víctima (miedo, echarle la culpa a los demás, sentimientos de incapacidad) más difícil te será pasar al plano en donde te conduzcas emocionalmente de manera más madura.
Lograr actitudes positivas, alegres, de esperanza, aún en medio de la adversidad, requerirá de tu disciplina mental. Me encantaría ofrecerte una pócima mágica que con sólo tomarla te haga cortar con lo que has venido arrastrando desde hace mucho tiempo. Pero la realidad es que te tendrás que aplicar para lograrlo.
Aquí te doy 3 sencillos ejercicios para educar tu mente (en realidad hay cientos de ejercicios, hasta estoy pensando seriamente que mi siguiente producto hable específicamente de este punto). Te recomiendo que los realices inmediatamente al despertar.
- Elige una frase inspiradora y significativa para ti y proyéctala hacia tus retos y tareas del día.
Vamos a suponer que estás en el caso de Julián. Una frase que a Julián le inspira mucho es “no te enfrentes al huracán. Inclínate y conviértete en el viento” (frase de Pablo Hernández). Entonces Julián, inmerso en el sentido de esta frase, puede verse a si mismo con las personas con las que tiene el conflicto interactuando de manera pacífica y llevadera, como si él mismo fuera la frase misma. - Absorbe una emoción positiva a partir de una imagen.
Supongamos que eres muy enojón o tiendes a la tristeza o depresión. Consíguete de inmediato una fotografía o recorte de revista con la emoción contraria, es decir, con la que deseas cultivar.
Observa la foto por uno o dos minutos estudiando los músculos de la cara de esa persona, observado cómo están relajados e imagina qué pensamientos estarían pasando por su mente en ese momento en que le tomaron la fotografía.
Trata de absorber esa emoción gratificante. - Rememora un buen recuerdo y actualiza la emoción.
Este ejercico es una variante del número 1. Haz memoria de algún momento en el que hayas sido realmente feliz o hayas tenido un desempeño que te haya llenado de orgullo. Internaliza esta emoción positiva. Luego proyéctala a las tareas y retos que tienes planeado enfrentar en el día, sobre todo a aquellos que te son particularmente difíciles.
Me despido en esta ocasión con una reflexión de B.C. Forbes: “la historia ha demostrado que los más grandes triunfadores superaron enormes obstáculos antes de lograr el éxito. Lo lograron porque se rehusaron a rendirse después de sus derrotas”.
¡Ánimo! ¡La solución está dentro de ti mismo!
Editado por: DIROSA
Fuente: http://crecimiento-personal.innatia.com/c-como-desarrollar-la-mente/a-ejercicios- educar-mente.html
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